Las ciudades mexicanas experimentan un crecimiento desordenado y disperso acompañado de una insuficiente planeación territorial y de movilidad, además de las ya conocidas externalidades negativas derivadas del excesivo uso del automóvil particular, lo que ha generado un entorno urbano que demerita la calidad de vida de sus habitantes.
En este sentido, la movilidad inteligente puede aportar distintas soluciones a esta problemática: desde mejorar la eficiencia del transporte público ofreciendo alternativas e información a usuarios en tiempo real, al igual que gestionar el tráfico a través de semaforización inteligente o sistemas automatizados de parquímetros, o bien, reducir los costos de logística de las empresas (de transporte de pasajeros y mercancías), entre otras estrategias.
Movilidad Inteligente