Ayer fue finalmente publicada en la Gaceta Oficial del DF la Ley de Movilidad del Distrito Federal (LM) aprobada dos y medio meses antes por la Asamblea Legislativa del DF (ALDF), que abroga la Ley de Transporte y Vialidad (LTV) del 2002. Si bien la LM es una nueva ley, de los 261 artículos que tiene, 136 ya existían en la anterior. Además, una vez publicada, se abre la ventana de un año para publicar varios reglamentos, programas, decretos de creación y lineamientos que requiere la ley para funcionar. Esto significa que la LM no es el inicio ni el final de un proceso, es simplemente un paso más.
Sin duda la nueva LM es un gran salto cualitativo respecto a anteriores regulaciones, que se reconoce a la ALDF y al Gobierno del DF (GDF). Sin embargo, también es cierto que el avance del tema en la agenda pública fue todavía más espectacular para las organizaciones civiles, medios de comunicación y hábitos de vida, por lo que me atrevo a afirmar que la LM más que innovar, reconoce los avances sociales en el tema, lo cual es un éxito para los habitantes de la ciudad y por lo tanto, también nos invita a que seamos más exigentes tomando en cuenta los alcances de la ley.
La LM es el instrumento regulatorio sobre el tema de movilidad. Suena obvio pero en realidad no lo es. Para muchos involucrados, la Ley es algo como el marco de acción legal de la nueva Secretaría de Movilidad (SEMOVI). Es decir, se confunde el objeto de regulación con las facultades de una sola Secretaría, cuando es claro que el tema de movilidad es transversal a muchos sectores.
El análisis completo se puede descargar en el siguiente enlace:
Para entender la nueva Ley de Movilidad del DF